El estudio de
animación Laiña realizó la maravillosa "Los mundos de
Coraline", que me dejó asombrado cuando la vi en pantalla
grande, y seguidamente hizo las más que aceptables "The
boxtrolls" y "El alucinante mundo de Norman", todas
ellas nominadas al Oscar. Este año han estrenado este filme dirigido
por Travis Knight, que cuenta la historia de Kubo, un joven que vive
en un pueblo del Japón feudal y fantástico y recibe un espíritu
del pasado que altera su tranquila vida, ya que hace resurgir una
venganza. Esto hace que Kubo pase malos momentos al ser perseguido
por dioses y monstruos. Si quiere sobrevivir, debe encontrar una
armadura mágica que una vez fue vestida por su padre, un legendario
guerrero samurái. Esta es una preciosa muestra del excelente nivel
al que puede llegar el cine de animación, es una fábula iniciática
detallista y fluida en su realización mefiante stop-motion con un
impresionante despligue visual relacionado con el origami que es
difícil dejar de mirar. El filme tiene un aspecto oscuro en la
aventura como ya había en trabajos anteriores. El director demuestra
tener una visión original y una gran capacidad para crear un mundo
imaginario. Este estreno demuestra de nuevo que algunos de los
mejores filmes estadounidenses del verano no han sido de superhéroes
sino de personajes animados y que el estudio de Laika puede estar al
mismo nivel de calidad que la factoría Pixar; sin duda, este viene a
ser uno de los títulos a destacar de animación del año.
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