Meses después de su paso por el
festival de Málaga, llega a los cines españoles la última película
de Eduard Cortés. Este es un director interesante y que ha
demostrado versatilidad en dramas como "La vida de nadie" o
el thriller "The Pelayos". Ahora arriesga más contando la
historia de Sonia, que tras sufrir un desahucio, se ve obligada con
su marido y su hija a volver a casa de sus padres. También cuenta la
historia de un empleado de un banco que se enfrenta a dejar sin casa
a sus vecinos de siempre. Por otra parte, un policía está
atormentado porque debe sacar a familias de sus pisos. Este es un
drama en forma de musical que trata temas como la crisis económica
con consecuencias como los desahucios que han padecido muchos
españoles, así como la lucha por salir adelante y la solidaridad.
Podría parecer que al ser un musical, se banalizaría o sería
superficial el tema de los desahucios pero esto no ocurre aquí. Esta
es una propuesta valiente, quizás demasiado bienintencionada y con
un mejorable guión con clichés. Pero tiene una triste fotografía
de David Omedes, una buena puesta en escena y el reparto de actores
cumple bien en su labor. La protagonista es Silvia Pérez Cruz, que
también compone la banda sonora (premiada en el festival de Málaga)
y que hace un buen trabajo que tiene muchas opciones como actriz
revelación y la música original. También tenemos a los actores
eficaces Oriol Vila, Lluís Homar, Adriana Ozores e Ivan Massagué
(quizás el que menos sobresale). Gustará a los que quieran ver
filmes emotivos sobre temas delicados, a los seguidores de los
musicales con trasfondo social y de Silvia Pérez Cruz.
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