Durante
el mes de mayo se han estrenado en salas varios films asiáticos. Uno
de ellos es la ópera prima de Hu Bo después de cortometrajes como
“Man in the well”. Lamentablemente, el director se suicidó
durante la labor de postproducción de su película, que trata un
día desde el amanecer hasta el anochecer, con varios personajes
intentando tomar un tren para escapar de la espiral descendente en la
que se encuentran. Una niebla permanente ahoga a los habitantes de
una ciudad del norte de China. La fuerte industrialización vuelve
complicada la vida en la zona. Una pelea entre dos adolescentes de
instituto hará que el destino de cuatro personas quede sellado,
mientras sobreviven en una espiral de violencia y egoísmo familiar.
Todos compartirán la misma idea: huir a la ciudad de Manzhouli. Un
lugar donde un elefante de circo está sentado durante horas lejos
del mundo. Este es un bello, sombrío y poderoso drama sobre cuatro
personajes a la deriva en una gris China. La mirada del director es
depresiva, recuerda a los inicios del director Jia Zhang Ke, la
monumental película está formada por largos planos secuencia,
quedan bien ligados los hilos narrativos de cada personaje y el muy
largo metraje no debería ser un inconveniente para verla. “An
elephant sitting still” se presentó en la sección Forum del
festival de Berlín del año pasado, fuera de concurso en el festival
BAFICI y es uno de los mejores films chinos que podemos ver.
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