Otro
largometraje galo que se ha estrenado esta semana está realizado por
David Oelhoffen, cuyo anterior trabajo fue el estimable “Lejos de
los hombres” con Viggo Mortensen. En el que nos ocupa, Driss
y Manuel son dos amigos de la infancia que acaban tomando caminos
distintos: Manuel eligió el tráfico de drogas, mientras que Driss
se hizo policía. Cuando uno de los tratos de Manuel sale mal, los
dos hombres se reencuentran y descubren que se necesitan el uno al
otro para sobrevivir en sus mundos. Aunque tiene lugares comunes que
parece que ya hemos visto antes, este es un notable thriller, sobrio,
tenso y de ritmo ágil, una notable muestra de “polar” francés
que cuenta con logradas escenas de acción pero también se centra en
el interior de los personajes. Estos están muy bien interpretados
por Matthias Schoenaerts como el traficante Manuel y Reda Kateb como
Criss, un policía de origen árabe, un tipo de personaje no muy
común. El film estuvo en la sección oficial de la Mostra de Venecia
del año pasado.
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