jueves, 6 de junio de 2019

La ceniza es el blanco más puro * * * *


Como las aguas del río Yangtsé

En 2001, la joven Qiao, hija de un sindicalista minero, está enamorada de Bin, cabecilla de la mafia local de Datong. Cuando Bin es atacado por una pandilla rival, Qiao se defiende y dispara varias veces. Es condenada a cinco años de cárcel sin delatar a la banda a la que pertenece. Tras cumplir su pena de cinco años, Qiao busca a Bin e intenta volver con él, pero él no quiere seguirla. Años más tarde, en 2018, en Datong, Qiao sigue soltera y ha salido adelante manteniéndose fiel a los valores de la mafia. Pero Bin, cansado de la vida, regresa buscándola, a la única persona a la que ha amado. El cine de Jia Zhang Ke ha tratado sobre el paso del tiempo y cómo afecta a los personajes. En su último largometraje hay constantes de su estilo contundente en que describe a unos personajes y por extensión a un país, sin subrayados, pero también una evolución respecto a sus primeros trabajos. Después de “Un toque de violencia” y “Más allá de las montañas”, ha escrito y dirigido una cruda historia de amor de dos personajes que viven en los márgenes de la sociedad, en una película poco accesible, con momentos de violencia y musicales. La película se puede dividir en tres partes: la primera corresponde al año 2001 en que reina el amor hasta un fatal incidente; la segunda es de búsqueda y empieza cinco años después cuando el personaje de Qiao intenta rehacer su vida aunque sufre un desengaño, tiene lugar sobre todo en la zona de las Tres gargantas en que la construcción de presas hará desaparecer muchas viviendas, mientras la vemos caminar, es testigo con el espectador de una China en transformación; por último, la tercera parte en el 2018 es la del reencuentro entre dos personas que ya no son las mismas. La esposa y actriz del director, Thao Zao, que también estuvo en los dos anteriores films Jia Zhang Ke, realiza una magnífica interpretación en que vemos cómo evoluciona su personaje: de la juventud a una madurez resignada siendo fiel a sí misma en una banda en que ha sabido moverse y ocupar su lugar en un mundo de hombres. La actriz está bien acompañada por el actor Liao Fan, visto en títulos como “Black coal”. El film aspiró a la Palma de oro en el festival de Cannes del año pasado y demuestra de nuevo el buen hacer de uno de los directores chinos más interesantes, que retrata de manera poco condescendiente la miseria de su país.

Valoración: 8

Lo mejor: la primera parte de la película y la excelente actuación de Thao Zhao.
Lo peor: no es difícil que el espectador se quede fuera del film. 

 

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