Licorice pizza * * * *

El primer amor de Alana y Gary

Después del notable film “El hilo invisible” y de realizar videos musicales de “Haim”, el guionista y cineasta Paul Thomas Anderson presentó este largometraje que se estrenó en salas españolas a mediados de febrero. Gary Valentine es un chico adolescente y actor que se fija en Alana, una chica veinteañera mayor que él con la que empieza a coincidir. Gary intentará por todos los medios convencerle de salir con ella y entre medias les ocurrirán aventuras de todo tipo en el Valle de San Fernando, desde negocios de camas hinchables a salas de pinball. Así, la cinta cuenta la historia de Alana y Gary, de cómo se conocen, pasan el tiempo juntos y acaban enamorándose en 1973.

No es la primera vez que el director se adentra en los años setenta como ya hizo en “Boogie nights” y “Puro vicio” aunque en esta ocasión el resultado es una comedia con componente de romance más amable, luminosa y ligera al estilo de “Embriagado de amor”, a diferencia del cine más grave, oscuro y contundente tipo “Pozos de ambición” y “The master”. Es una película estadounidense excelente, singular, que cuenta una historia de amor, vemos cómo se separan y reencuentran los protagonistas. El largometraje tiene buenos diálogos, una fotografía colorida con una textura de celuloide que es una especie de amor al séptimo arte aunque no es nostálgica y en conjunto la labor de realización logra pasar desapercibida aunque eso no significa que no exista. Además está bien ambientado en esa época y hay apuntes sociales sobre la crisis del petróleo de ese año. La pareja protagonista está formada por unos estupendos debutantes en el largometraje que aportan frescura: Alana Haim (del grupo musical) y Cooper Hoffman (hijo del fallecido Philip Seymour Hoffman que parece ha heredado el talento de su padre como actor) demuestran buena química juntos. Además, cuenta con las apariciones de Sean Penn, un destacado Bradley Cooper como el peluquero de Barbra Streisand y el director y actor Ben Safdie (“Good time”). 

Al contrario del anterior “El hilo invisible”, el film que nos ocupa llegó pronto a la temporada de premios: fue elegido en el top de los mejores títulos del año por el American Film Institute y el National Board of Review donde fue premiado como mejor largometraje, director e intérpretes revelación, ganó el premio a mejor guion por el Círculo de críticos de Nueva York, fue nominada a cuatro Globos de oro a a mejor película de comedia, actor, actriz y guion, ganó el BAFTA a mejor guion original de cinco nominaciones, obtuvo el Satellite award a mejor actriz de comedia de cinco nominaciones, fue nominado a los sindicatos de productores, directores, guionistas y actores a mejor película, dirección, guion original y actor secundario para Cooper y de las tres candidaturas al Oscar a mejor película, dirección y guion original mereció ganar esta última. En definitiva, estamos ante una de las sobresalientes obras de Anderson que mereció ser reconocida con más galardones. 

Valoración: 8’5

Lo mejor: la conexión entre Haim y Cooper.

Lo peor: que parezca una obra menor o intrascendente.

 

Después de participar en el episodio del camión, Alana se distancia de Gary porque quiere centrarse y se hace voluntaria en un partido político. Sin embargo, ambos se dan cuenta que quieren estar juntos y corren buscándose mutuamente hasta encontrarse.