Aparte de la comedia policiaca francesa “30 días”, podemos encontrar en Movistar + desde principios de este mes el debut cinematográfico de Randall Emmett. Un agente del FBI y una oficial del estado de Florida se unen para investigar una serie de casos de asesinato sin resolver. El largometraje estadounidense es un mejorable thriller criminal sobre asesino en serie que resulta genérico en su realización, tiene clichés del género, es previsible y no aporta nada nuevo o interesante. La película intenta dar profundidad a la historia con un estilo que puede recordar a la notable serie “True detective” pero no funciona aunque puede entretener para pasar el rato. El film cuenta con Megan Fox (nominada al premio Razzie a peor actriz), Emile Hirsch (actor que prometió hace años) y la participación de Bruce Willis en otra propuesta similar a la de los últimos años; sin embargo, tras anunciar su retiro del cine por enfermedad, ahora entendemos el motivo de aceptar este tipo de producciones con pocos diálogos.
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