En la plataforma de Amazon prime video se ha estrenado a finales de octubre la segunda temporada de esta serie española formada por cuatro episodios, remake de las entregas de Narciso Ibáñez Serrador, que estuvo fuera de concurso en el pasado festival de Sitges.
“La alarma” cuenta las extrañas vivencias a las que se enfrenta un grupo de personajes en un futuro cercano y distópico. Nadie sabe exactamente por qué, pero es imposible salir a la calle. Gabriel y Claudio son un matrimonio que se ve obligado a convivir con una familia desconocida mientras el mundo más allá de las ventanas de su casa parece desintegrarse para siempre. Pero la mayor amenaza de todas podría estar dentro, en el centro exacto de la mesa del comedor, o al fondo del cajón de la mesita de noche, o en el pasado. Escrita y dirigida por Nacho Vigalondo (“Colossal”) esta es una aceptable intriga con toques de comedia que resulta divertida y está interpretada por Aníbal Gómez y Roberto Álamo como la pareja gay y cuenta con Carlos Areces.
En “El televisor”, Marcos, el único vecino sin alarma, acaba finalmente instalando un sistema de protección en su chalet. Lejos de sentirse más seguro, pronto empieza a obsesionarse con la idea de que alguien le esté acechando, y conecta la señal de las cámaras de vigilancia al televisor del salón. Progresivamente, las imágenes del circuito cerrado suplantan los programas y las películas, hasta convertirse en lo único que se reproduce en la pantalla. Su esposa y sus hijos asisten impotentes al enloquecimiento del hombre… pero tal vez “algo” ahí afuera está realmente amenazando a la familia. Algo visible solo entre los píxeles del televisor. Este capítulo de terror coescrito y dirigido por Jaume Balagueró actualiza bien el original sobre las paranoias de los humanos y logra ser aterrador. Está interpretado por Pablo Derqui y Manuela Vellés.
En 1880, en una aldea de la Galicia montañosa, una serie de muertes misteriosas asolan la comarca. Todas las víctimas son mujeres jóvenes, y asesinadas en extrañas circunstancias. Los habitantes del pueblo comienzan a sospechar que el responsable es Naim, un misterioso vecino extranjero que vive apartado, sin salir jamás de día. “La pesadilla”, coescrita y dirigida por Alice Waddington (“Paradise hills”) es una historia de terror con componente vampírico como símbolo de perseguir al diferente aunque quizás es el peor episodio de esta tanda, con el actor Álvaro Morte.
El coguionista y director Salvador Calvo ha coescrito y dirigido esta propuesta después de “Adú”. “El trasplante” presenta una fábula ambientada en un futuro cercano donde solo las personas sin recursos envejecen y mueren en la que la sociedad ha llevado su obsesión por la juventud y la belleza hasta un extremo tal que la vida se hace muy difícil para quienes no acceden a renovar su cuerpo a base de una serie de operaciones y trasplantes. La alternativa es pertenecer a la clase de los “renovados” o convertirse en “donante”, es decir, suministrador de órganos para las “renovaciones”. Una pareja madura se ve en la necesidad de renovar sus cuerpos para evitar ser despedidos de sus trabajos. Pero el dinero solo les llega para uno. Tendrán que tomar una decisión que cambiará sus vidas para siempre y pondrá en juego todo aquello en lo que han creído. Esta es una notable entrega de ciencia-ficción que hace una crítica al culto al cuerpo, destaca la ambientación y la puesta en escena. Cuenta con un reparto formado por Petra Martínez, Javier Gutiérrez, Ramón Barea, Carlos Cuevas, Sara Sálamo e Irene Montalà y es uno de los mejores episodios de esta temporada.
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