Después del cortometraje “Distancias” Susan Béjar ha debutado en el largometraje con este que ha coescrito y dirigido. En un pueblo de la Sierra de Madrid, Bego y viven una jubilación tranquila entre recetas, su huerto, la pelu y los juegos de cartas con los amigos. Pero desde que sus hijos, Miguel y Carla, se independizaron para irse a vivir a la ciudad, el síndrome del nido vacío parece haberse instalado en el matrimonio, y empiezan a comprobar, con tristeza, que sus hijos se han empezado a olvidar de ellos. Para colmo, los muy sinvergüenzas no aparecen a la comida que Bego había preparado por el cumple de su hijo, y acto seguido anuncian que no irán a casa por Navidad, lo que lleva a sus padres a idear un arriesgado plan para que vuelvan a su lado: fingirán que han ganado la lotería y que son multimillonarios. Este remake de la película francesa “Mis queridísimos hijos” de Alexandra Leclère (2021) es una pasable comedia familiar algo superior a la anterior que tiene un tono amable y ligero y el guion resulta previsible aunque la farsa tiene algún momento divertido. La cinta hace hincapié en la importancia de cuidar a la familia, tiene personajes estereotipados interpretados por un buen reparto superior al del film francés formado por Antonio Resines, Gracia Olayo, Clara Lago, Alberto Olmo, Itzan Escamilla y Raúl Cimas.
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