Tras dirigir videos musicales propios, el artista C. Tangana ha debutado en el cine con este largometraje. Cuando Antón Álvarez, el director, conoce a Yerai Cortés se queda completamente fascinado con su talento e intrigado por su historia familiar. Yerai es una figura inusual dentro del flamenco; tan respetado por los gitanos más tradicionalistas como por los artistas vanguardistas de la nueva ola de la que él forma parte. Deciden emprender un viaje juntos para grabar un disco en el que las canciones vienen marcadas por una gran pena, donde el propio proceso artístico lo enfrenta con su pasado y lo empuja a explorar un secreto familiar a través del cual trata de redimir la relación con sus padres. El resultado es una película que desarrolla una experiencia musical única para sumergirnos en una historia de pasión, amor y perdón. Este es íntimo y honesto documental que reflexiona en torno a la identidad, sobre el poder de la música y las heridas de la creación artística que hace un homenaje al flamenco y al guitarrista Y. Cortés. La película es complaciente en anécdotas y tiene algo del cine de Isaki Lacuesta como “La leyenda del tiempo” (no en vano C. Tangana apareció en uno de sus trabajos). Cabe decir que el director tiene un papel de observador y a nivel técnico destaca la fotografía y el sonido. El film pasó este año por festivales como el de Rotterdam y la Seminci de Valladolid, obtuvo una mención especial en la sección Nuevos directores del pasado festival de Sn Sebastián, fue nominado al premio Forqué a mejor documental y a dos premios Goya incluyendo mejor canción.
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