Quizás
el director catalán Albert Serra es uno de los mayores exponentes de
cine de autor junto con Pere Portabella. En la filmografía de Serra
hay títulos que me agradaron como “Honor de cavalleria”, “El
canto de los pájaros” y “La muerte de Louis XIV” si bien no me
acabó de convencer “Historia de mi muerte”. Como en ese anterior
título y siguiendo el sistema de coproducción francesa y española
se ha estrenado en algunas salas su último trabajo tras el proyecto
de performance “Roi soleil”. En el año 1774, unos años antes de
la Revolución Francesa, entre Potsdam y Berlín, Madame de Dumeval,
el Conde de Tesis y el Duque de Wand, libertinos expulsados de la
corte puritana de Luis XVI, van en busca del legendario Duque de
Walchen, un seductor y libre pensador alemán, solos en un país
donde reina la hipocresía y las falsas virtudes. Su misión es
exportar el libertinaje en Alemania. Pero antes deben encontrar un
lugar seguro donde continuar sus prácticas licenciosas. ¿Las
novicias de un convento cercano se dejarán también arrastrar por
esta noche oscura donde sólo reina la ley del deseo insaciable? El
espectador que conozca un poco la trayectoria del director procedente
de Banyoles sabe que su cine no tiene un sentido muy lógico y
narrativamente no es convencional. Su último largometraje es una
especie de drama erótico de época que resulta provocador y radical
en su concepción y tratamiento, logra ser un tipo de cine
desinhibido lejos de la corrección política que impera en estos
tiempos. Tal vez el problema está en que la falta de dramatización
a la que estamos acostumbrados y las más de dos horas de metraje no
ayudan a que uno entre en un trabajo más cerca del videoarte que del
cine explicativo. Con un elenco de actores desconocidos y partiendo
de la idea de que la luz oscura de la noche permite que los
personajes se dejen llevar por sus deseos, sin duda esta es una
propuesta singular, difícil de clasificar, que puede interesar sobre
todo a los seguidores del cineasta y a los más cinéfilos. El film
obtuvo el premio especial del jurado en la sección Un certain regard
del pasado festival de Cannes, estuvo en la sección oficial del
festival de cine europeo de Sevilla y es posible que sea reconocido
en los premios Gaudí del cine catalán.
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