Los pecadores * * * *

 

Una noche en el club

  Después de “Black panther: Wakanda forever” Ryan Coogler ha sorprendido para bien con este largometraje estadounidense que ha escrito y dirigido. Dos hermanos gemelos regresan a su pueblo natal para empezar de nuevo en un intento de dejar atrás sus problemáticas vidas, sin embargo, lo que descubren es que allí un mal aún mayor les espera para darles la bienvenida.

Esta es una película de terror de vampiros ambientada a principio de los años treinta del siglo XX que mezcla elementos del western y el noir, el drama sureño, el folklore de la América profunda, habla del racismo y la religión y hace un homenaje a los afroamericanos que trabajaron en los campos de algodón en el estado de Misisipi. Esta es una propuesta imprevisible y compleja en que las piezas musicales de blues son importantes. La primera parte puede recordar al film “El color púrpura” y da espacio a las relaciones entre los personajes, antes de generar tensión y ofrecer un festín mordeduras y sangre en la segunda parte que puede evoca a “Abierto hasta el amanecer”. Cabe señalar varios aspectos como la música compuesta por Ludwig Göransson, la fotografía a cargo de Autuum Durald, el diseño de producción de Hannah Beachler, el montaje a cargo de Michael P. Shawver y el vestuario de Ruth E. Carter.  También destaca el elenco de actores mayoritariamente afroamericano compuesto por el musculado Michael B. Jordan en un doble papel de Smoke y Stark, Hailee Steinfeld como Mary, el debutante Miles Caton como Sammie, Wunmi Mosaku (“Alice, cariño”) como Annie, Delroy Lindo como Delta Slim, Jack O’Connell como Remmick (un actor que merece ser reconocido en un futuro), Jayme Lawson (“Farewell amor”) y Lola Kirke, entre otros.

“Los pecadores” es una grata sorpresa en la cartelera que no es un remake ni una secuela, resulta disfrutable de ver y logró el número uno en su estreno en la taquilla USA.

Valoración: 7’5

Lo mejor: la mezcla de géneros funciona.

Lo peor: la primera parte podría haberse recortado un poco. 

 

Cabe decir que el epílogo al inicio de los créditos finales con el personaje de Sammie y su reencuentro con una pareja de vampiros añade un significado a la historia.