También hay que señalar este largometraje realizado por Philipp Stolzl, responsable de títulos como el aceptable “El médico”, que adapta la novela “Una partida de ajedrez” de Stefan Zweig. En Viena, en el año 1938, los nazis acaban de anexionarse con Austria y el notario Josef Bartok sabe que está en grave peligro. Mientras se prepara para huir, es detenido por la Gestapo y encerrado en un hotel reconvertido en prisión. Solo saldrá de allí si colabora con los nazis. Bartok no está dispuesto a ceder. Pero aislado, la soledad empieza a hacer mella en él hasta que consigue robar un libro de ajedrez, que será su punto de apoyo para mantenerse cuerdo y convertir la resistencia en un juego. Esta coproducción alemana es una adaptación libre de la obra a la que le faltan matices, un duro drama que se centra en el encierro, la tortura psicológica y sus secuelas que sufrió el protagonista, bien interpretado por el actor Oliver Masucci (“El año que dejamos de jugar”). Cabe destacar el buen trabajo de ambientación en los años treinta del pasado siglo. El film ganó el premio Lola del cine alemán a mejor diseño de vestuario de siete nominaciones incluyendo mejor película, actriz secundaria para Birgit Minichmayr (“3 días en Quiberón”), diseño de producción, maquillaje, sonido y efectos visuales.
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