En las cartelera se han estrenado varios títulos españoles como la comedia de vampiros “Cuando los amor duermen”. El que nos ocupa es el dirigido por Luis (Soto) Muñoz (guionista) tras “Sueños y pan” y Alfredo Picazo en su primer largometraje. Antonio narra su infancia en un remoto pueblo cordobés durante la celebración de la Semana Santa. Es un niño solitario y curioso que un día conoce a Paco, un pintor de anciana edad. Antonio tiene muchas dudas y las volcará en Paco, sobre todo las relacionadas con la muerte y la religión. Paco enseñará a Antonio no solo a pintar, sino también a observar y a entender la vida como estancia transicional. Más cercana a la obra de escritores como Julián Ayesta para los que la infancia es un espacio de invención, la película de Picazo y Muñoz evoca esa etapa de tránsito en la que aprendemos a descubrir la fragilidad del mundo. Esta singular docuficción no sólo hace un homenaje a la Semana Santa de Baena sino que también habla de la memoria y el paso del tiempo. En la película destaca la fotografía que prescinde en gran parte del color, el sonido y la música. El film ganó el año pasado el premio a mejor película en la sección Tierres en trance y el FIPRESCI en el festival de Gijón, obtuvo una mención especial del jurado en el pasado certamen Documenta Madrid y también estuvo en el último festival de cine europeo de Sevilla.
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